Hembra, muy mansa conmigo, ha puesto huevos, mascota ideal o tal vez incluso un criador, ya que es un buscado factor rojo con tintes rojos a la espalda. No juro, dice muchas frases y silba melodías. Viene con su jaula de esquina grande en buenas condiciones, todos los juguetes y cualquier comida que quede. Sólo la venta como la mala salud de un miembro de la familia no me deja con tiempo para jugar con ella tanto como solía.